El Ministro de Estado de Inmigración Legal y Fronteras, Tom Pursglove, ha anunciado recientemente una serie de nuevas medidas destinadas a limitar la inmigración en el Reino Unido. Estas medidas, discutidas en el marco del plan de cinco puntos delineado por James Cleverley en diciembre, han generado debates y preocupaciones sobre su impacto en el tejido social y económico del país.
Limitación de la reunificación familiar y requisitos salariales
Una de las principales contramedidas propuestas es el aumento de los requisitos salariales para los solicitantes de visas. Esto se inscribe en un contexto más amplio de reducción del número de ciudadanos extranjeros que emigran al Reino Unido, un objetivo que ha recibido críticas de diversas partes de la sociedad.
Impacto en la inmigración durante la pandemia
Han surgido preocupaciones sobre el aumento del número de inmigrantes durante la pandemia, especialmente en relación con las personas que han solicitado quedarse en el Reino Unido por razones humanitarias, como en el caso de los ciudadanos ucranianos.
Principales cambios y fechas de implementación
El gobierno ha delineado una serie de cambios que entrarán en vigor en fases sucesivas. Entre ellos, se incluyen la prohibición a los estudiantes de pasar de estudiar a trabajar antes de la conclusión de su curso en julio de 2023 y restricciones a la entrada en el Reino Unido de las personas a cargo de los estudiantes, excepto aquellos que estudian para un título de investigación de posgrado.
Revisión de la Lista de Ocupaciones Escasas
El Comité Asesor de Migración (MAC) ha sido encargado de revisar la Lista de Ocupaciones Escasas para evaluar qué ocupaciones deben agregarse temporalmente a la Lista Salarial de Inmigración a partir de abril de 2024. Este proceso también incluirá la adición de ocupaciones recomendadas por el propio MAC.
Conclusiones y perspectivas futuras
Las nuevas reglas de inmigración en el Reino Unido reflejan un compromiso del gobierno de gestionar la inmigración de manera más selectiva, dando prioridad a aquellos que pueden contribuir al crecimiento económico del país y a los servicios públicos como el Servicio Nacional de Salud (NHS). Sin embargo, queda por ver cómo estas medidas afectarán realmente a la sociedad y la economía británicas a largo plazo.