Una acusación por tráfico de drogas es uno de los delitos más graves del ámbito penal. La mayoría de las veces, el arresto es el resultado de una investigación extensa, basada en escuchas, vigilancias o cooperación con otros implicados.
Una acusación grave, normalmente tras meses de investigación
El acusado suele desconocer el alcance real del expediente
En muchos casos, la persona detenida no sabe cuántas pruebas hay en su contra. Las autoridades pueden haber recopilado:
- intervenciones telefónicas o ambientales,
- testimonios de colaboradores,
- indicios indirectos (seguimientos, contactos, transferencias),
- o evidencia reunida mediante operaciones encubiertas.
El arresto es solo la culminación de un proceso que puede contener errores o irregularidades legales.
Puntos débiles en las investigaciones antidroga
Lo que puede impugnar la defensa penal
Aunque las pruebas parezcan sólidas, no siempre lo son. Algunos fallos típicos que permiten construir la defensa son:
- incautaciones inválidas o con defectos formales,
- detenciones irregulares en flagrante delito,
- imputaciones forzadas dentro de asociaciones criminales,
- escuchas sin base legal sólida,
- ausencia de pruebas directas sobre la posesión o el conocimiento del cargamento.
Un buen abogado revisará el expediente y detectará errores aprovechables.
Estrategia de defensa en delitos de tráfico de estupefacientes
Defensa penal ajustada y rápida
Para este tipo de delitos, la defensa debe ser:
- rápida y personalizada,
- basada en una revisión inmediata del expediente,
- enfocada en cuestionar las medidas cautelares,
- abierta a colaboraciones si benefician al cliente,
- preparada para actuar en el ámbito internacional si hay riesgo de extradición.
El tiempo es un factor determinante
Por qué contar con un abogado penalista desde el inicio
Cada minuto cuenta. Un abogado especializado puede intervenir desde el primer momento para:
- asesorar en los primeros interrogatorios,
- actuar en la audiencia de validación del arresto,
- empezar a construir la defensa desde el primer contacto con la fiscalía.
Una defensa efectiva no espera al juicio: comienza desde el momento del arresto.